Ahora que nuestros caminos se han dividido, ya nada parece encontrar un enlace entre nosotros, pero yo aun tengo una parte de tu vida en mi corazón, es difícil retroceder, es fácil recordar, es inminente escribirte desde estas profundidades.

He buscado la liberación para este oculto sentimiento pero nunca me diste la bienvenida y ahora solo queda recordar el día en que no te pude amar, aquel día en que estuviste tan cerca y tan lejos a la vez, aquel día que se ha escondido en mis venas, aquel día que no ha dejado de fluir como un río en mi mente.

No pudimos encontrar la formula, no pudimos entender la química, solo pudimos aliviar nuestros vacíos y amortiguar los efectos de la rutina que día a día nos devora invadiendo los pocos espacios que han quedado para el amor, las estrategias del mundo comercial no son aplicables para esta situación.

Las descargas eléctricas disminuyen su intensidad, ni aquellas verdades, ni aquellas mentiras incompletas pudieron rescatarnos, ocultar no sirvió de nada y mostrar tampoco, las sorpresas no hicieron efecto alguno, los celos fueron secretos, los presentimientos no nos dejaron continuar este camino abandonado.

Recuerdo el día en que te conocí, pero ahora recuerdo el día en que comencé ha desaparecer, porque ya no veías, estabas enredada entre sombras y voces que aun te agobian, debiste pensar en una tumba para aquellas prendas viejas, debiste enviarles un mensaje de despedida.

No quiero saber lo que hiciste, no quiero que sepas lo que hice, solo quisiera entender lo que no pudimos compartir, gritar las palabras que no pudimos decir y recoger los sueños que no pudimos descifrar.

Me hiciste ver una luz diferente, me hiciste resucitar, pero al final terminaste crucificando mis esperanzas. Ahora me atrevo a pensar que solo recuerdas los momentos en que no estuve, ahora solo puedo recordar lo que has olvidado.