Ellas son extrañas, son el fruto de la cárcel de sus pensamientos y emociones, la psicosis las ha intoxicado, las ha distorsionado y yo estoy confundido, perdido entre la luz y la oscuridad, atrapado entre el amor y el odio, enloquecido entre lo hermoso y lo desagradable, lo dulce y lo amargo no originan diferencias.

Ellas son extrañas, a veces callan, a veces gritan, a veces saltan, a veces caen, a veces aman, a veces traicionan, a veces mienten, a veces tienen mucho frio, a veces ocultan y esconden muchas cosas, pero ellas son felices así, nadie las puede contradecir ni modificar, el misterio esta allí, pero la razón y la lógica no son suficientes para mi y he decidido renunciar a la metafísica.

Ellas son extrañas, su universo jamas termina de ser explorado por el contrario se extiende infinitamente, y ya no hay naves que las puedan alcanzar, la velocidad de la luz tampoco es suficiente, ellas son radioactivas, dañinas para la salud, son alienígenas, homicidas para mi especie en extinción.

Ellas son extrañas y he comenzado a perder el control, ya no soy de carne y hueso, soy volátil ante sus miradas, ante sus voces, ante sus gestos, ante sus experimentos, soy parte del laboratorio de sus anécdotas, un conejillo de indias que quiere desaparecer.

Pero ahora yo soy una explosión y las destruiré, ellas jamas volverán ha hacer daño, el equilibrio gobernara otra vez, la humanidad estará a salvo y estaremos libres de sus intenciones y deseos.